El ciclo de la vid
Cada año la vid sigue un ciclo vegetativo, toda una serie de fases de gran belleza en las que se puede apreciar desde sus lágrimas en invierno hasta el máximo esplendor de sus frutos EN VERANO. ¿Te animas a descubrirlas?
La vid va experimentando a lo largo del año un ciclo de fases vegetativas de enorme belleza. El cuidado por parte de viticultores a lo largo de todas ellas es de enorme importancia, ya que de ellos va a depender que la vid recorra esas fases de un modo óptimo hasta llegar a la vendimia. Las distintas fases a lo largo del año son:
De noviembre a enero la vid entra en un período de reposo en el que se le caen las hojas. Una etapa de letargo latente.
Durante los meses de enero y febrero se realiza la poda y se limpian todos los sarmientos, para de este modo preparar a la vid para el inicio del nuevo ciclo.
En marzo se produce el lloro de la vid cuando la temperatura de la tierra sube superando los 10 grados. La savia que estaba en letargo, comienza a recorrer la vid y a exudar a través de las grietas realizadas durante la poda. Es una etapa realmente curiosa y bella, en la que parece que la vid llora lágrimas.
En el comienzo de la primavera se produce la brotación. En esta fase empiezan a surgir las yemas en la vid que darán lugar a los primeros brotes. La vid empieza a resurgir de su invernal letargo.
Durante el mes de abril se produce la foliación, es decir, el brote de las primeras hojas verdes de las yemas de la vid.
Durante los meses de mayo y junio se produce la floración, apareciendo las pequeñas flores blancas de la vid. El clima es decisivo en esta etapa, ya que la vid necesita sol, siendo la lluvia el mayor temor. Es la fase en la que se produce la polinización de las flores.
A finales de junio y principios de julio se produce el cuajado, cuando las flores empiezan a dar sus primeros frutos. Son pequeños frutos muy verdes debido a la gran carga de clorofila.
El envero se produce a lo largo del verano y es el periodo donde la uva va cambiando de color. La uva blanca cambiará de verde a amarilla y la uva tinta irá cambiando de verde al rojo claro, oscureciéndose progresivamente.
Cuando la fruta está en estado óptimo de maduración se produce la vendimia, es decir, su cosecha. Suele ocurrir entre septiembre y octubre. El sol es imprescindible durante el mes de septiembre para que las uvas maduren por completo.
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